Todo parece sonreir a Daniela Vega. Su transición de chico a chica contó con el apoyo inquebrantable de su familia y su conversión de peluquera en actriz recibió el espaldarazo del cineasta chileno Sebastián Lelio, ganador del Oscar a la mejor película extranjera.
Su interpretación de Marina en “Una mujer fantástica” -quinta película de Lelio-, una mujer transgénero que ante la muerte de su pareja se enfrenta a la discriminación y el rechazo de la familia del difunto, le lanzó en el último año a la escena internacional y ha puesto a Hollywood a sus pies.
La revista estadounidense W la incluye en una selección de lo mejor del 2017, en la que aparece fotografiada con el actor Robert Pattison.
El diario neoyorquino destaca el “carisma que desafía la lástima y un aplomo que puede ser tanto intimidante como desgarrador” de Daniela Vega.
De peluquera a actriz
Autodidacta, Daniela Vega, nacida en Santiago en una familia de clase media, empezó su carrera en el teatro, con obras como “Migrantes” y “La mujer mariposa” y sus clases de canto. Sus aptitudes para la lírica, fomentadas desde el colegio, la llevó por el mundo de las artes.
Hasta que Lelio, nacido en Argentina y criado en Chile, la contrató como “asesora cultural” para preparar el guión de “Una mujer fantástica” y luego le ofreció el papel de Marina, Daniela Vega se ganó la vida vida como peluquera en un salón de belleza de Santiago.
Fuente: AFP / VAD / RDG